Hace unos meses desde que saltó la noticia, pero sus
cimientos son actualidad todos los días. Karl Lagerfeld, famoso diseñador de
Chanel que ahora dirige su propia firma, visitaba la redacción del
periódico gratuito Metro en Nueva York y era entrevistado. Faltaban pocos días
para la celebración de los premios Grammy de la música y estaba en boca de todos
las múltiples nominaciones que había recibido la cantante Adele. Y Lagerfeld hablaba así al respecto: “El tema de moda ahora es Adele. Está demasiado
gordita, pero es guapa y tiene una voz divina”. Poco después se retractó
diciendo que se habían sacado de contexto sus palabras. ¿Acaso se daría cuenta, mientras comía un plato de verduras cocidas y un yogur (base de la dieta que recomienda en su libro), que para una cantante lo primordial es su voz?

Y el ser humano, por una idea, es capaz de llegar hasta sus últimas consecuencias. Así vemos mujeres y hombres física, psíquica y emocionalmente destruidos, arrastrados por patologías generadas por esa idea. Los datos que se recogen son estremecedores: una de cada 100 adolescentes tienen anorexia nerviosa y cuatro de cada 100, bulimia nerviosa. De cada 10 casos de anorexia nerviosa que se diagnostican, 9 son en mujeres y uno, en hombres. Y va en aumento.
Así que sólo se puede decir que chapó por Adele, que a raíz de esa crítica, respondió diciendo que jamás querría estar como todas esas modelos delgadísimas y que, con su aspecto físico, representa a la mayoría de las mujeres estando orgullosa de ello.
Ojalá la sociedad se diera cuenta de que la mujer atractiva
no es la que pesa 50 kilos, mide 180 cm, tiene un pecho voluptuoso y una
cintura del diámetro de un guisante, sino aquella a quien puedes apreciar su
cuerpo al abrazarla, aquella que sabe que sienta mejor una sonrisa que el
maquillaje y, principalmente, aquella
que además de aceptarse, se quiere por encima de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario