Si estás leyendo ésto, sabes de lo que hablo. Hoy es el día de los mejores deseos. Le deseamos "lo mejor" a "todo el mundo" para el año que entra. Y las redes sociales se inundan de estos mensajes que expresan un deseo vago, lo mejor, a un sujeto impreciso, a todo el mundo. Cortinas de humo para cumplir con una tradición social, no exentas, eso sí, de la buena intención del autor de agradar y alegrar a quien lo lea.
Por lo que yo también voy a desearos algo. Te deseo a ti, al que estás leyendo esto, al que has llegado aquí por casualidad y al que, de vez en cuando, vuelves a esta página para leer, que sepas disfrutar del 2013. Lo más seguro es que no sea un año mejor ni peor que el anterior. Pero te deseo que sepas apreciar todos aquellos sencillos momentos que lo pueden hacer especial: la sonrisa de alguien querido o tomar un café con un amigo. Y respecto a los momentos menos dulces que están por venir, te deseo que seas lo suficientemente fuerte para afrontarlos, y lo suficientemente sabio para dejarlos atrás.
Y así, como decía Víctor Hugo, "si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo nada más que desearte".
Feliz 2013.
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