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sábado, 31 de agosto de 2013

Cuentos para noches insomnes IV


El robo de las manzanas doradas


Érase que se era los personajes malvados de todas las historias. Ésos que mediante trampas y acciones deshonestas tratan de destruir a ese personaje principal íntegro y valiente, que antepone sus valores morales a cualquier riesgo o interés personal. Nuestra mente se inclina a pensar, por costumbre, de forma similar a la teoría de Maquiavelo: que ese malo es así por naturaleza, su comportamiento es fiel a su esencia y requiere un control por parte del bueno. Nunca se nos ocurre pensar la idea contrapuesta: que quizá, aplicando la teoría de Rousseau, ese personaje es bueno, pero son las circunstancias las que le hacen comportarse de determinada manera. 

martes, 27 de agosto de 2013

Si puedes imaginarlo... (Eikasía 01)

Oscuridad. No entiendo por qué hay gente que la teme. En ese momento me encontraba rodeado de oscuridad y me sentía muy a gusto: tranquilo y relajado, como en una nube. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien, quizá demasiado tiempo. Sin aviso previo, un pequeño rayo de luz penetró en las tinieblas que me rodeaban, un resplandor intenso hizo que apartara la vista y todo se llenó de luz. Acababa de abrir los ojos.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cuentos para noches insomnes III


Tempus fugit

Hace mucho mucho tiempo, en una tierra muy lejana, vivía Urashima Taro, un joven resuelto y sencillo que vivía con su familia en una pequeña y humilde aldea de pescadores junto al mar. Estaba contento con su vida, y aunque a veces, el trabajo con el que ayudaba económicamente a su familia era duro y no estaba muy bien recompensado, apreciaba esas pequeñas satisfacciones que da la vida: los soplos de aire fresco cuando el calor cae plomizo durante la larga jornada laboral o un simple paseo al caer el sol.

martes, 13 de agosto de 2013

La corona o la tricolor


Las instituciones viven sus horas más bajas: ya nadie cree que los políticos, ni los del gobierno ni el resto, trabajen como deberían para salvar la situación. La política ya no parece servir a un bien común. Tampoco se confía ya en que la justicia esté haciendo cumplir esas normas jurídicas que llamamos leyes, ni que se sancione adecuadamente a todos aquellos que no las cumplen. Es como si a la justicia se le hubiese caído la venda de los ojos. Y en lo que atañe a la monarquía, la situación es delicada: parece anclada en el pasado y con fecha de caducidad.




martes, 6 de agosto de 2013

Cuentos para noches insomnes II



Melancólicas armonías

Érase que se era la historia de amor más bella del mundo. Cuentan que ocurrió hace muchísimo tiempo, tanto que es dificil imaginarlo. Fue mucho antes de que Catherine y Heathcliff se amaran y odiaran en un paisaje en sombras, y mucho antes de que Romeo y Julieta reconciliaran a sus familias con su muerte.

domingo, 4 de agosto de 2013

Entre polvo y estanterías





Posiblemente, la literatura es, entre las siete bellas artes, la menos valorada y apreciada. Siempre me ha llamado la atención el escuchar esta frase: "No, es que a mí no me gusta leer". Pero nunca, y cuando digo nunca quiero decir jamás, he escuchado a alguien decir "A mi no me gusta el cine" o la variante "No, es que detesto la música". Adoro leer, así que es posible que se me pueda acusar de no ser imparcial sobre este asunto, pero son artes tan complejas, ricas y extensas, que es altamente improbable que no te guste ningún género o artista que contribuyen a ellas. Cuando escucho esa aseveración inmediatamente pienso que la única explicación posible es que esa persona no sepa leer, no en un sentido de incapacidad o analfabetismo, sino en un sentido más técnico. Nadie nace sabido, y para aprender, hay que practicar. El primer día que empieces a correr, no correrás la maratón; el primer día que empieces a leer de verdad, tendrás que esforzarte para conseguir mejorar. La lectura requiere un esfuerzo mental que se va desarrollando, tal y como los atletas desarrollan sus músculos entrenando. Con el tiempo se adquiere habilidad, velocidad y resistencia, lo que te lleva a abordar lecturas más complejas, más largas y, sobre todo, a disfrutarlas más.